En mi segunda semana en el C.S. de Aldaia, he estado más a gusto que la primera si cabe. He seguido en el mismo servicio de Incidencias, Curas, Inyectables y Urgencias, ya que la responsable de formación Rosa Teodoro, me comentó que tenía que estar dos semanas en cada uno de los servicios de los que dispone el Centro de Salud.
Tanto mis compañer@s, como los pacientes, me hacen sentir como si llevará mucho tiempo trabajando allí. Mis compañer@s se preocupan en enseñarme todo tipo de técnicas, como las realizan, en que conozca a cada paciente y su situación, es como si formara parte de su equipo. Confían bastante en mi, y me dejan realizar todas las incidencias que se presentan (inyectables, curas complejas, curas planas, puntos de sutura, ECG…), siempre bajo su supervisión, para que así luego pueda tener su “feedback”.
Intentan aprovechar cada minuto, para enseñarme cualquier cosa, es decir, cuando hay poco trabajo, me explican el funcionamiento del “Abucasis” más a fondo, practico como suturar en un brazo de espuma, vendajes compresivos, funcionales, repasamos fármacos, etc… Así que puedo decir, que cada minuto de mis prácticas está siendo aprovechado e importante para mi formación como futura enfermera.
Cuando coincidí con mi compañera Teresa el pasado Lunes, después de la jornada, le agradecí la atención y dedicación que tenía conmigo y ella me dijo: “Quiero que te conviertas en la compañera con la que te gustaría trabajar”. Siempre le voy a estar agradecida a Teresa por abrirme los ojos y hacer que una frase se convierta en una de mis constantes en la vida.
Al llevar dos semanas en Incidencias, inyectables, curas y urgencias, he podido coincidir con muchos pacientes repetidas veces y me ha encantado que ellos me llamen por mi nombre, o pidan que sea yo quien les atienda. Es muy gratificante comprobar que haces bien tu trabajo y por supuesto sepan reconocerlo, ya no sólo por los pacientes, sino también por mis compañer@s, ya que día a día voy a intentar convertirme en esa “compañera con la que me gustaría trabajar”.
Trabajo por las mañanas, como en el coche para poder llegar a tiempo al Centro de Salud y doy lo mejor de mi cada tarde… Es inevitable llegar a casa muy cansada y con ganas de descansar y tumbarme sin pensar en nada, pero aún así la gente me dice que tengo luz en la cara, que no entienden de dónde saco la energía para enfrentarme día a día a tal esfuerzo, y yo sólo puedo decirles que MERECE LA PENA!. Como no va a merecer la pena que un paciente me diga que “tengo manos de ángel”, o que “se nota que hago las cosas con corazón”, eso es lo que me da fuerzas para afrontar mi día con ilusión.
Soy afortunada por estar luchando por un sueño, por estar realizándolo y por tener el apoyo de los míos, y por todo ello voy a intentar convertirme en la mejor profesional que pueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario