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viernes, 2 de noviembre de 2012

Caso Práctico I


Se presenta un recién nacido de sexo masculino (M), con antecedentes de ser primer hijo de madre adolescente, parto eutócico, de término (39 semanas), alimentado con lactancia materna exclusiva. Ingresó a los 8 días de vida, cuando aún no había recuperado el peso de nacimiento. Al ingreso destacaba ictericia intensa, con compromiso palmoplantar. 



Datos que fui recopilando:

  • Al quinto día de vida la madre lo notó amarillo.
  • El día siguiente consultó y se tomó una muestra que se envió al hospital, que informó bilirrubina (BT) total de 28 mg/dl, con 7 de directa (26%) y hematocrito de 64%.
  • Al procesar la misma muestra en el laboratorio de neonatología se observó una diferencia de prácticamente 11 puntos entre ambos valores de BT.
  • Ese día el niño fue derivado a su hogar con indicación de control a las 48 horas.
  • Dos días después, es decir, al octavo día de vida, el Médico informó un valor de BT de 31 mg/dl, con 10 mg/dl de directa (35%) y hematocrito de 51%.
  • El mismo día, el valor de la bilirrubina en el laboratorio de neonatología, fue de 24 mg/dl. Por esto se decidió hospitalizar, con indicación de doble fototerapia y suspensión de la lactancia materna.
  • A la tarde del día siguiente a su ingreso el porcentaje de bilirrubina directa aumentó, manteniendo similar el valor total.
  • Al noveno día de vida dió los siguientes resultados: BTde 29 mg/dl y directa de 10 mg/dl (37%). En el laboratorio de neonatología, el mismo día, la BT total fue de 26 mg/dl.
  • Después del procedimiento, la bilirrubina bajó 10 puntos y al día siguiente bajó 14 puntos y el hematocrito disminuyó de 64% a 44%, por lo que se evaluó por hematólogos, pero nunca tuvo signos de hemólisis importante, razón por la que se consideró como la evolución fisiológica de ese parámetro.
  • Ese mismo día se inició la prueba terapéutica de inducción enzimática con fenobarbital, durante 5 días.
  • Las transaminasas nunca variaron.
  • Se hizo un screening neonatal que resultó normal, aunque está pendiente el resultado de la aminocidemia y de la aminociduria.
  • El amonio plasmático fue normal, al igual que la ecografía abdominal y de médula.
  • El VDRL fue no reactivo y el VIH, negativo.
  • Las bilirrubinemias fueron bajando en forma progresiva y se fue de alta con 4,3 mg/dl, con 2,8 mg/dl de directa.
  • El único valor que siempre llamó la atención y cuya reevaluación quedó pendiente en el control fue la GGT, de 193 (con valor máximo de 122).

El recién nacido subió 15 g/día de peso durante su hospitalización y se fue de alta después de 17 de días de internación, con diagnóstico de ictericia colestásica neonatal, de causa no precisada. Quedó pendiente la realización de una colangiorresonancia y la posterior evaluación por gastroenterólogos, para determinar si se justifica seguir su estudio.

1ºCategoria:

-Desenvolverse en el rol de estudiante en un contexto sanitario, reconociendo y aceptando normas éticas y morales de comportamiento de la institución.
-Capacidad para relacionarse en un entorno de respeto, respeto a los derechos, valores, costumbres y creencias de la persona, sean pacientes o profesionales, familia y comunidad.
-Capacidad para aceptar la responsabilidad de su propio aprendizaje y desarrollo profesional, participando en la evaluación, aceptando recomendaciones y aplicando medidas para mejorar su actuación.

Con “M” , me centré mucho en cómo se realizaban las técnicas (analíticas, pruebas, etc…), ya que nunca había tratado con niños,  y me daba mucho respeto. Lo único que me preocupaba era saber realizar estas técnicas y que “M” se pusiera bien. Lo observaba todo y preguntaba cualquier cosa, de ahí que de tantos datos. Poco a poco, y después de que mis compañeras me asesoraran, me di cuenta de que saber realizar las técnicas es importante, pero también hay que observar las reacciones del niñ@ y de los padres, porque también forma parte de los cuidados y del trabajo que realiza una enfermera. Conforme nos iban dando los resultados de “M”, empecé a observar a las reacciones de su mamá, cuando interrumpieron la lactancia, como evolucionaba “M” y si el notaba o no todos estos cambios. Siempre actué con respeto a los padres de “M” y lo seguía preguntando todo, pero ya no sólo me centraba en las técnicas, si no también en todos los factores que podían influir en el cuidado de “M”.  Me implique mucho en el caso de  “M” y  algunas enfermeras me decían que no era bueno que me implicara tanto ya que entonces las cosas me afectan más, supongo que con el paso del tiempo aprenderé a implicarme pero no de una forma tan personal.

2ºCategoria:

-Capacidad para reconocer, interpretar y organizar signos y síntomas normales o cambiantes de salud/mala salud, sufrimiento, incapacidad de la persona, utilizando las herramientas y marcos adecuados para el paciente/familia, teniendo en cuéntalos factores físicos, sociales, culturales, psicológicos, espirituales y ambientales relevantes.
-Capacidad para realizar juicios clínicos, planificar cuidados, evaluar resultados, interpretar y sintetizar información, de forma razonada y basándose en evidencias científicas, junto al paciente, sus cuidadores, familia y otros trabajadores sanitarios o sociales.

Para mi resultó difícil al principio reconocer signos y síntomas cambiantes ya que nunca había tratado con bebés y siempre tenía que ir preguntando porque podría estar llorando, o porque hay que ponerle tantos grados en la incubadora, o porque hay que ponerle esa lámpara, etc… Yo intentaba observar y preguntarlo todo, estaba pendiente de sus constantes y resultados de laboratorio. Cuando empecé a fijarme en las reacciones de “M”, valoraba sus caritas cuando estaba durmiendo a gusto, o cuando no lo estaba tanto. Llegué a conocer bastante las reacciones de “M”, hasta el punto de que sus mamá me llegó a decir que ya sólo se tranquilizaba conmigo. Lo duchaba y “ponía guapo”, lo pesaba y lo dormía y tranquilizaba cuando lloraba.

3ºCategoria

-Capacidad para mantener la dignidad, privacidad y confidencialidad del paciente, durante el proceso de atención.
-Capacidad para poner en práctica medidas de protección de la salud relativas a la bioseguridad, control de infecciones y movilización del paciente.
-Capacidad para administrar con seguridad fármacos y otras terapias.
-Desarrollo de habilidades/destrezas en procedimientos generales y específicos de valoración individual/familiar física, mental y social durante las etapas del ciclo vital, así como en grupos de la comunidad, en situaciones de salud, vulnerabilidad, enfermedad, dependencia y al final de la vida.
-Capacidad para responder de forma holística a las necesidades personales (dar cuidados) durante el ciclo vital y las experiencias de salud o enfermedad (incluido el dolor, transiciones en el ciclo vital, incapacidad y proceso de muerte.
-Desarrollo de habilidades/destrezas en procedimientos/técnicas generales y específicos relacionados con la prestación de cuidados a la persona, durante las etapas del ciclo vital, en situaciones de salud, vulnerabilidad, enfermedad, dependencia y al final.
-Capacidad para informar, educar y supervisar a pacientes y cuidadores y sus familias, a través de una comunicación efectiva.

En esta unidad los pacientes bebés están en incubadoras o en cunitas, para tocar a cualquier bebé hay que lavarse antes las manos (de bebé a bebé), además de ponerse guantes y tener cuidado en saber que bebés pueden salir de incubadora para darles el biberón o los que tienen que permanecer aislados completamente. En cada incubadora, hay bajo un cajón con pañales, gasitas, tetinas y cremita, por tener todo el material a mano cuando hay que realizar algún cuidado. Con este paciente aprendí mucho, así como a no mover a “M” y realizarle todos los cuidados dentro de esta, ya que no podía salir de ella, sólo para ducharlo. Fue el primer bebé al que di el biberón dentro de la incubadora y para mi fue toda una experiencia.  Lo que me resultó más difícil fue darme cuenta de las reacciones de los padres, sobre todo de la madre, y tenerlas en cuenta para hablarle de cómo le había ido el día a “M”. La mamá lo pasaba mal al ver a su bebé metido en una incubadora.  Me di cuenta de la importancia de un buen cuidado, tal y como me comentaban mis compañeras, no sólo sabiendo como se realizan las técnicas, si no cuidando de una forma holística. 

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