Niña de 8 meses de edad que ingresa porque en las últimas
24 horas ha realizado 9 deposiciones
fluidas, sin moco ni sangre, asociadas a crisis de llanto intenso que los padres atribuyen a molestias
abdominales. Por éste motivo se le había realizado días atrás, en régimen extra
hospitalario una radiografía y ecografía abdominales siendo informadas como
normales. Desde hace un mes, la heces, aunque en número normal son voluminosas,
pálidas y brillantes asociándose inapetencia y pérdida ponderal.
• Exploración física:
Peso 12.120 (p 10-25), talla 91.5 cm (p 10-25). Buen
estado general con adecuada nutrición y desarrollo. Hidratada y afebril.
Coloración normal de piel y mucosas. Abdomen ligeramente distendido, no doloroso
espontáneamente ni a la palpación profunda que no detecta bultos ni masas.
• Evolución:
En el curso de las primeras horas de ingreso su estado se
deteriora presentando llanto intenso e inconsolable asociado a distensión del
abdomen resultando imposible la palpación del mismo (el intento parece
incrementar el dolor). Se profundiza en la anamnesis recogiéndose que desde hace 4 meses la paciente, se
muestra huraña y en los tres últimos meses ha tenido 4 ó 5 episodios de llano
intenso y prolongado, inconsolable, con mirada fija y ojos muy abiertos. Los
padres no recuerdan que ello se asociara con alteraciones del hábito intestinal
ni de las características de las deposiciones.
He decidido reflejar este caso clínico, no por la
complejidad del mismo, si no por la forma de comportarse de los padres con el
personal sanitario y la forma de afrontar la enfermedad de su bebé.
1ºCategoria:
-Desenvolverse en el rol de estudiante en un contexto sanitario,
reconociendo y aceptando normas éticas y morales de comportamiento de la
institución.
-Capacidad para relacionarse en un entorno de respeto, respeto a los
derechos, valores, costumbres y creencias de la persona, sean pacientes o
profesionales, familia y comunidad.
-Capacidad para aceptar la responsabilidad de su propio aprendizaje y
desarrollo profesional, participando en la evaluación, aceptando
recomendaciones y aplicando medidas para mejorar su actuación.
Este caso me llamó la atención desde el principio, por el
comportamiento de los padres como he comentado anteriormente. Desde el
principio se mostraron muy reacios a las recomendaciones del pediatra y
enfermeras. Se cuestionaban en todo momento si la forma de cuidar a “I” las
enfermeras era la correcta.
Me centré en concreto, en poner a prueba mi paciencia y
aprendí mucho de la forma de actuar de mis compañeras, ya que les dijeran lo
que les dijeran ellas actuaban como tocaba y aún así tenían toda la paciencia
del mundo con los padres de “I” a pesar de todo.
Lo que más me sorprendió y gustó, fue la lección que me
dieron mis compañeras de cómo aman su trabajo a pesar de que su trabajo y
dedicación sea tan poco valorado.
En cierto modo, después de reflexionar puedo llegar a
entender la reacción desconsolada y desconfiada de los padres, ya que el llanto
de “I” era en ciertos momentos desesperante porque no paraba de llorar y si
llevaban así meses con “I” y nadie les había dado una solución, además de la
preocupación de no saber que le pasaba a su hij@, puede llevar a actuar de esa
manera.
2ºCategoria:
-Capacidad para reconocer, interpretar y organizar signos y síntomas
normales o cambiantes de salud/mala salud, sufrimiento, incapacidad de la
persona, utilizando las herramientas y marcos adecuados para el
paciente/familia, teniendo en cuéntalos factores físicos, sociales, culturales,
psicológicos, espirituales y ambientales relevantes.
-Capacidad para realizar juicios clínicos, planificar cuidados, evaluar
resultados, interpretar y sintetizar información, de forma razonada y basándose
en evidencias científicas, junto al paciente, sus cuidadores, familia y otros
trabajadores sanitarios o sociales.
La mejor manera de reconocer los signos cambiantes en
salud es a la hora del aseo y del cambio de pañales. En este caso era
importante fijarse en cuantas veces hacia deposiciones y que consistencia y
color tenían. Es importante ver si hay rojeces en la zona del pañal por
irritación, le ponía cremita o vitamina E2, la cual me dijo una enfermera que
aplicada vía tópica era mas regenerante que cualquier cremita. Consolar a “I”
cuando lloraba era un trabajo duro, ya que ni haciendo lo que llaman el
“columpio”, que es a priori lo que mas ayuda a tranquilizarse a un bebe, había
manera de calmarlo, además tenía el inconveniente de que no podía sacarse de la
incubadora, por lo tanto tampoco podía cogerse en brazos.
3ºCategoria
-Capacidad para mantener la dignidad, privacidad y confidencialidad del
paciente, durante el proceso de atención.
-Capacidad para poner en práctica medidas de protección de la salud
relativas a la bioseguridad, control de infecciones y movilización del
paciente.
-Capacidad para administrar con seguridad fármacos y otras terapias.
-Desarrollo de habilidades/destrezas en procedimientos generales y
específicos de valoración individual/familiar física, mental y social durante
las etapas del ciclo vital, así como en grupos de la comunidad, en situaciones
de salud, vulnerabilidad, enfermedad, dependencia y al final de la vida.
-Capacidad para responder de forma holística a las necesidades personales
(dar cuidados) durante el ciclo vital y las experiencias de salud o enfermedad
(incluido el dolor, transiciones en el ciclo vital, incapacidad y proceso de
muerte.
-Desarrollo de habilidades/destrezas en procedimientos/técnicas generales y
específicos relacionados con la prestación de cuidados a la persona, durante
las etapas del ciclo vital, en situaciones de salud, vulnerabilidad,
enfermedad, dependencia y al final.
-Capacidad para informar, educar y supervisar a pacientes y cuidadores y
sus familias, a través de una comunicación efectiva.
“I” es un bebé que tenía que estar aislado por riesgo de
contagio. Había que tratarlo en todo momento con mucho cuidado y con guantes.
Al llorar tanto, a la hora de las tomas (que no venía la madre), para darle el
biberón (con suero) dentro de la incubadora era muy difícil, “I” no colaboraba
y por ese llanto había que ir con mucho cuidado por si se atragantaba. Notaba
como “I” quería comer, pero por otro lado no podía evitar llorar. Creo que en
cierto modo “I” echaba de menos el contacto físico, tan importante para los
bebés. Me di cuenta de que tiene que ser muy duro ver como no encuentras
consuelo para tu hij@. Me dolía a mi ver como “I” estaba sufriendo y no podía
hacer nada, pues no quería hacerme una idea de cómo deberían estar los padres.
De ahí vino “querer entender” su reacción.
Sólo espero que “I” mejore y así sus padres puedan
disfrutar de ver a su hij@ sano.
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